Todo Templario, debe poseer y aplicar las siete virtudes
Fe, Esperanza, Caridad, Justicia, Prudencia, Fortaleza y Templanza.
FE,
la primera, porque sin Fe el templario no puede saber ni
entender las cosas invisibles.
ESPERANZA,
la segunda, porque en la Esperanza está el Poder de Dios, en la fuerza , y las armas del templario.
CARIDAD,
la tercera, porque sin la Caridad, que es el Amor, el
Templario será cruel y no tendrá piedad ni misericordia. Y ningún
Templario sin ella podrá soportar la carga que debe llevar un corazón noble.
JUSTICIA,
la cuarta, porque sin Justicia un Templario es
injurioso y ofendedor, por lo que se destruye a sí mismo.
PRUDENCIA,
la quinta, porque sin Prudencia el Templario caerá en los daños corporales y espirituales y no tendrá razón, ni entendimiento, ni voluntad para mantener el honor del grupo.
FORTALEZA,
la sexta, porque sin la Fortaleza el Templario caerá
en la Soberbia, la Ira, la Codicia, la Gula, la Envidia y la Lujuria,
porque todas ellas le engendrarán flaquezas en el corazón y no le harán digno de ser amado. La fuerza corporal no es nada sin Humildad, ni Caridad y la Ira entumece el entendimiento, perturba el espíritu y echa de sí a la iluminación.
TEMPLANZA,
la séptima, porque sin Templanza no tendrá medida en comer, beber, hablar, vestir y porque sin esta Virtud no se honra al grupo.
La práctica de todas ellas, conducirán a la VICTORIA y a la GLORIA.
Cortesía del hermano Marbeth
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En La República, Platón describe las cuatro virtudes cardinales como:
Prudencia (calculativo) - véase el todo
Fortaleza (enérgico) - presérvase el todo
Templanza (apetitivo) - sirvése el todo
Justicia (virtud fundante/preservante) - conócese a sí mismo
Platón define cómo un individuo puede lograr estas virtudes:
- la prudencia viene del ejercicio de razón,
- la fortaleza de ejercer las emociones o el espíritu,
- la templanza de dejar que la razón anule los deseos, y desde estas
- la justicia viene, un estado en que cada elemento de la mente está de acuerdo con los otros.
Platón describe la justicia como la virtud fundante y preservante porque sólo cuando alguien comprenda la justicia puede conseguir las otras tres virtudes, y cuando alguien posee todas las cuatro virtudes es la justicia que mantiene todos juntos.
También se encuentran formuladas en Cicerón, en su tratado De officiis (es decir, "Sobre las obligaciones") y por el emperador filósofo Marco Aurelio en sus Meditaciones.
El Cristianismo añadió a estas virtudes las llamadas Virtudes teologales: Fe, Esperanza y Caridad.
Non Nobis
Cortesía del hermano Jacques